Espectacular casa Modernista

Preciosa casa de 443 m² se encuentra situada en la Bonanova.

La casa data de finales del 1800, con una remodelación en el 1936. Habiendo obtenido una reforma completa a mediados de los 90 para devolverle su carácter original.

Se trata de una casa de planta muy cuadrada con dos fachadas de estilo novecentista, una a calle y la otra al amplio jardín. Se acondiciona en dos plantas más un sótano y goza de una cubierta plana accesible pero no transitable, con claraboyas, que fue arreglada hace un año. Otro de los grandes puntos destacados de esta vivienda es el fantástico jardín de 289 m² con una primera zona pavimentada y otra de grava, varias zonas de chill-out, pérgola, mesa exterior, árboles centenarios y una moderna piscina de microcemento con agua salada; un verdadero espacio exterior que invita a disfrutar de un merecido descanso en plena ciudad condal.

La planta baja, con suelos de parqué macizo, mide 170,10 m². Aquí encontramos un garaje de unos 25 m² con capacidad para un coche y una moto, y delante del vado, en la calle, se puede aparcar otro coche. Un acceso peatonal nos lleva al recibidor, que dispone de prácticos armarios a ambos lados. Una de las puertas del armario conecta directamente con el garaje, mientras que en los armarios de la derecha está la caldera para la calefacción por radiadores y el agua caliente. El resto de armarios son roperos.

Del recibidor pasamos a un amplio vestíbulo con sofá, flanqueado por sendas columnas dóricas y una puerta vidriada de dos hojas. En el vestíbulo, pieza central de la planta, destacan los techos altos, la vista abierta al jardín a través del salón y la amplia escalinata. A la izquierda del vestíbulo está la espectacular y amplia cocina de 19,50 m² con ventanales a calle que mantiene el aire cálido y clásico de la casa. Destacan los armarios de vitrina y madera con cortinas que esconden la zona de lavado, los muebles de madera pintada en blanco, los electrodomésticos funcionales y modernos, el suelo de damero crema y gris oscuro, y los techos altos con vigas vistas de madera pintadas en blanco. La gran protagonista de la cocina es la lámpara de araña antigua sobre la mesa de madera para 10 comensales, junto con la chimenea en perfecto funcionamiento.

En el paso de la cocina al comedor formal baja la escalera al sótano. El comedor formal dispone de vistas al jardín al sureste a través del amplio ventanal y a su vez se comunica con el salón (las puertas de vitrina entre ambos espacios se han retirado, pero se conservan en el garaje), también con vistas sobre el jardín y con salida al mismo desde la balconera central.

El salón, cálido y confortable, invita al relax y la lectura, así como a amenas charlas familiares o con amigos frente a la chimenea. Es un espacio a dos ambientes que queda delimitado por dos columnas dóricas para remarcar ambas zonas.

Volviendo al vestíbulo, podemos subir al entresuelo por una escalera donde se ve todo el salón, pues cuenta con un gran ventanal. En el descansillo, sobre la zona del garaje, encontramos este espacio de 18 m² con pequeñas ventanas a la calle. El distribuidor da a un aseo de cortesía y a un dormitorio de servicio o invitados con armario y baño propio.

La planta superior, también de 170,10 m², tiene una cubierta inclinada a un agua con vigas vistas y claraboya. La zona junto a la fachada a la calle es más baja (2,15 m²), por lo que destaca por su aire de buhardilla; en cambio, en la fachada al jardín los techos son más altos. Esta planta tiene suelos de moqueta.

Un salón central con claraboyas da paso a un dormitorio a calle con vestidor y un despacho a calle con otro vestidor (que también podría destinarse a dormitorio). En la fachada a jardín tenemos dos dormitorios dobles, uno con armario empotrado y el otro con vestidor; ambos comparten un amplio baño con claraboyas, que originalmente eran dos baños. Por último, también en la fachada a jardín, está el gran dormitorio principal con un baño doble con claraboyas en el techo, lavabo doble, ducha y bañera. En el espacio del dormitorio tenemos dos vestidores y una chimenea.

Finalmente, está el sótano, al que accedemos desde la planta baja por una escalera en forma de ele. Se trata de una planta abovedada con dos lucernarios que le proporcionan una gran iluminación natural, y destaca por sus techos de casi 5 metros. El sótano se divide en dos espacios comunicados entre sí. El primero es un espacio de 29 m² situado junto a la escalera, con tres arcadas que proporcionan dos ambientes, techo de vigas y bovedillas a la catalana, tres escalones y una pared con oberturas en arco que nos lleva al segundo espacio, este de 39 m² con una cubierta de bóveda y con los lucernarios. Al fondo, en la pared derecha, se tapió el acceso a la bodega de 8,5 m², pero es fácilmente recuperable.